domingo, 5 de abril de 2020

El Rey Jaume I y Antella






Marina Estarlich Martorell
        Ramón Estarlich Candel
Cronistas de Antella





EL REY JAUME I Y ANTELLA



         La vida e historia del rey Jaume I estuvo desde antes de su infancia rodeada por una aureola de sucesos y hechos históricos extraordinarios, que han llegado a nosotros por medio de los romances y de  los textos del libro que el mismo rey dictaba y mandaba escribir a sus cronistas y que han llegado hasta nosotros en el “Llibre dels Fets o Cronica de Jaume I” que es la primera crónica de las cuatro que componen “El llibre del Fets”, es decir de los hechos diarios que acontecieron al rey, especialmente  durante sus conquistas y cuyo original se conserva en el Palacio Real de Madrid.
         De estos sucesos, extraordinarios, cabe destacar en primer lugar el ardid preparado para que fuera engendrado, tal como se relata en la “Cronica de Jaume I”, ya que su padre el rey Pedro II de Aragón repudiaba a su madre María de Montpellier y como los nobles de Aragón y los nobles de Montpellier deseaban un heredero,: tramaron una encerrona y propusieron al rey llevar a su lecho a una moza por la que el rey estaba encaprichado y preparado el acto con la alcoba a oscuras llevaron a la cama a su esposa doña María, y en ese acto la señora quedó preñada. Continua la Crónica y el romance diciendo que la noche de autos, fueron, allá nobles, notarios, abades, damas y doncellas y se estuvieron todos arrodillados en oración con los cirios encendidos en la antecámara regia mientras dentro permanecían en el lecho Pedro II y doña María.    
Otro hecho destacable fue la elección del nombre que se pondría al heredero, para lo que la madre mandó encender doce velas de cera de abeja en las que se escribieron los nombres de los apóstoles, y el nombre de la última que se apagara seria el que se pondría al niño.
          También de recién nacido salvó milagrosamente la vida ante varios intentos de asesinato que sufrió, uno de ellos al lanzar una piedra grande por una ventana sobre la cuna del infante.
         Una vez, fue declarado mayor de edad en las cortes generales de aragoneses y catalanes celebradas por primera vez en Lérida en el año 1218, y tras acabar con las luchas internas contra los nobles en sus territorios se lanzó en una lucha sin tregua a la conquista de nuevas tierras y mercados contra los musulmanes y a favor de la cristiandad. Fue un gran guerrero y un gran legislador, creando el Reino de Valencia y dándole sus Fueros.
El rey Jaime I en virtud de su derecho de conquista llevó al patrimonio de la corona ciudades, villas, lugares castillos, bosques y tierras, menos lo que enajenó a los caballeros que le apoyaban y seguían en las guerras que eran una de las condiciones de la cruzada votada por las Cortes de Monzón.
         La esperanza de botín hizo emprender la invasión del reyno de Valencia, y fue en estas tierras donde los cruzados descubrieron una nueva especie de riquezas por lo que se animaron al cultivo de la tierra, pero tanto los caballeros como las comunidades de habitantes y todos los labradores pagaban a la corona una pensión de diez sueldos valencianos por cada jovada de tierra.
En la medida que iba conquistando territorios repartía  las tierras y casas en donación entre los caballeros y nobles que le acompañaban. Estos repartos no eran en sí una simple donación, pudiendo mas bien tener la consideración de un botín de guerra con el que se pagaba a los nobles y caballeros por su servicio pues estos luchaban a cambio de los beneficios de la guerra.
         Las tierras de la Ribera del Xúquer eran fértiles, y por tanto muy codiciadas por los conquistadores, tanto las de secano como las de regadío. Cuando el monarca tomó la ciudad de Alzira a los moros el 31 de diciembre de 1239 ya se regaban aquellas tierras de la orilla izquierda del Júcar con aguas derivadas del río, y debió de existir una acequia islámica que el rey Jaume I mandó prolongar hasta Valencia, pues el monarca en sus escritos revela la existencia de una acequia musulmana a la que denomina cequie antique diferenciándola de la acequia nueva cequie nove Algezire y de la acequia mayor dictam cequiam maiorem.
Sobre la base del regadío heredado de la etapa islámica muy reducido y fragmentado, el Rey Jaime I llevó a cabo una firme política de expansión del regadío en la Ribera Alta del Júcar. En un acta del rey D. Jaime I el mismo declara haber adquirido de los moros algunas de sus leyes rurales, el modo de construir canales, diques y el de establecer y dirigir las tomas de agua.      
El origen y principio de la acequia islámica que nombra el monarca bien podía ser en Antella, si tenemos en cuenta que la altura de esta villa sobre el nivel del mar es de 40 metros, lo que permite la conducción de agua hasta el mar, pues desde este punto, el agua podía llegar en suave pendiente hasta éste y hasta otros lugares.
El rey D. Jayme con el deseo de aumentar las rentas del fisco quiso tomar aguas del río Júcar y construir un canal o acequia no menos considerable que el de Moncada, y como una serie de acontecimientos poco conocidos paralizaron los riegos, los habitantes de Alzira recurrieron al soberano, quien les prometio reparar el canal, obra que se emprendió al momento, por lo que se atribuye al rey D. Jaime la creación del canal de Alzira.
En el año 1792 D. Jaime Camaño, oidor de la real audiencia y juez visitador del canal real, fue elevado al rango de consejero de órdenes; la audiencia propuso en su lugar al marqués de la Torre de Carrús, uno de sus miembros, pero el intendente del reino presentó en contra de este nombramiento una real orden comunicada a su predecesor por el marqués de Esquilache, ministro de Hacienda, en 24 de julio de 1764. La orden decía: “Que las funciones de juez del canal real de Alzira pertenecen de derecho al intendente del reino, como subdelegado del baile general del mismo, atendido que la jurisdicción del dicho canal emana del patrimonio de la corona, por haber sido construido a espensas del erario, por el rey D. Jaime el Conquistador ...”
         Los habitantes de Alzira quisieron mejorar los riegos y el rey Jaime inició las obras de recuperación, limpieza y mejora de algunos tramos, con la ayuda de todos los vecinos, a los que reconoció según una bula de 1244 el derecho a riego en todo su término.

En un segundo privilegio dado en Alzira el 12 de julio del año 1273, el rey admite haber dado y concedido a los habitantes de dicha ciudad y a su Universidad el derecho a riego en todo su término mediante el pago de dos sueldos que debería recibir por cada jobada de tierra anegada. Por otra parte Jaubert de Passá dice que El rey D. Jayme concedió a los habitantes de Alzira la facultad de regar sus tierras con aguas del gran canal, pagando al efecto 1 real 26 maravedies por cada yugada de tierra de labor o de viñedo, reservándose en el mismo el privilegio .de nombramiento de juez acequiero y otras atribuciones.
Mientras que tanto los caballeros como las comunidades de habitantes y todos los labradores que regaban de otras acequias, pagaban diez sueldos valencianos por cada jovada de tierra El pago de este tributo, según el profesor Vidal Muñoz Garrido, como en aquellos tiempos eran pocos los que tenían dinero, se pagaban con gallinas, capones o cabritos.
El rey concedió el derecho a riego con aguas de la acequia a los habitantes de Alzira con la obligación de conservarla, limpiarla por lo menos una vez al año y mantener en buen uso y expeditos los puentes, presas, derramadores, brazales y demás correspondientes al riego, además del pago del canon establecido.
         No podemos precisar si el rey Jaume I llegó hasta Antella, ya que ésta población pertenecía a la jurisdicción de Alzira, para inspeccionar personalmente el lugar desde donde tomaría agua el canal o si envió comisionados para este quehacer, pero si hay constancia de que en el año 1258 el monarca ya tiene en marcha este proyecto.
Pero el monarca debió encontrarse ya en Antella con una estructura de azud obra de los musulmanes que Io amplió y mejoró, lo que permitiría dar inicio a la que el rey describe en su Crónica como cequie antique o la acequia nueva cequie nove Algezire



El proyecto inicial ya pretendía llevar aguas desde Antella a Almusafes, enlazando con la huerta de Valencia, pero en el siglo XIII solo llegó a realizarse este primer tramo hasta el término de Algemesi. Esta Primera Sección, la mayor parte de este tramo medieval, se construyó bajo la iniciativa de Jaime I a los pocos años de la ocupación cristiana de la zona, fundamentalmente entre 1258 y 1269.
Por ello la Acequia Real del Júcar, junto a la conmemoración del 800 aniversario del nacimiento del rey, está celebrando este año 2008 su 750 Aniversario, y esta Entidad en su escudo heráldico, cortado y medio partido, rinde honor al monarca pues el primer cuartel es “De Aur, cuatro palos de gules. Armas del Rey Conquistador, fundador de la acequia. 
El Rey don Martín el Humano el 16 de enero de 1404 expidió en la ciudad de Valencia un Real Privilegio por el que concedió a los señores de Gilet, Sollana, Trullas, Alcaycia, Turris de Romaní, Almuzáfes, Benifayó, Spioca, Silla Picasent, Alcacer, Baniparrell, Albal e Catarroja, para que pudiesen tomar agua del río Júcar, por el azud de la Acequia Real de Alzira en Antella, toda el agua que necesitasen, ensanchando y profundizando a este fin la referida acequia en los parajes que les pareciera, con tal que fuese sin perjuicio de los antiguos regantes
Fernando el Católico reconoció de nuevo los derechos de Alzira en 1479, 1485 y 1504.
En 1775 el duque de Hijar y barón de Sollana amparándose en el real privilegio del Rey Martín el Humano, presentó un nuevo proyecto de Juan Escofet que permitía prolongar la acequia y regar sus tierras, llegando hasta Albal, ampliación que pudo realizar, a pesar de las protestas y pleitos de los antiguos propietarios y gracias al apoyo del monarca Carlos III.
Para tratar de anular tantas protestas y pleitos, el Consejo de Castilla otorgó la asunción de plenas facultades al Juez comisionado Juan de Casamayor y Josa. Durante dicha comisión quedaban suspendidos el Juez Visitador y el Juez Cequiero en el uso y ejercicio de sus empleos, por lo respectivo al conocimiento de causas civiles y criminales, y demás actos judiciales tocantes a la Real Acequia, sus aguas y distribución de ellas y sus incidencias, remitiendo al mismo Casamayor todas las que tuviesen pendientes en sus respectivos juzgados, para que las sustanciase y determinase según derecho y como conviniese a la utilidad de la Acequia, con arreglo a dicha Comisión, y las apelaciones al nuestro Consejo, por quedar en él refundida toda la jurisdicción civil y criminal de los asuntos de la citada Real Acequia, sus obras, repartimientos de aguas y gastos.
Casamayor para privar a los ayuntamientos de todos los medios de oposición mandó que todos los papeles concernientes a la acequia fuesen depositados en el archivo del juez, y en el año 1771 el antiguo tribunal de la acequia entregó sus archivos al Real Patrimonio con todos sus preciosos privilegios, libros registros, planos y planchas  de cobre que se conservaban en el armario de las tres llaves.
La construcción de la Segunda Sección, (Acequia del Proyecto) prolongando la Acequia Real desde Algemesí a Albal fue una de las obras hidráulicas más importantes de la España del siglo XVII y se ejecutó entre los años 1760 al1815.


Una lápida de mármol negro colocada sobre el lienzo de la Casa de las Compuertas, de la que nace el canal, y que fue arrasada por las aguas de la pantanada de 1982, daba prueba testimonial del reconocimiento al monarca por ser el promotor de la obra de la acequia con la inscripción:


ACEQUIA REAL DEL JUCAR

DEBO MI PRINCIPIO AL REY DON JAIME
AL JUSTO DON MARTIN SU PRIVILEGIO
Y LA GLORIA DE VERME CONCLUIDA
AL MONARCA MAYOR CARLOS III


Antella debe gran parte de su historia y de su actualidad histórica al rey Conquistador, no solo por ser el iniciador de la obra de la acequia, sino, de lo que todo  ello ha conllevado, como fue la construcción del azud que servia como muro de contención del río y desvío de las aguas hasta la Casa de las Compuertas que parían a la Acequia.
         Gracias a esta obra y merced al mecenazgo de beneficiarios de su agua y a la Comunidad de Regantes, esta villa ha podido presumir de tener además de la Casa de las Compuertas otros edificios emblemáticos como la desaparecida Casa de la Comunidad que estaba en la parte izquierda del azud junto a la Casa de las Compuertas, y la Casa del Rey, mandada construir por el duque de Hijar, para que sirviera de alojamiento y centro de reuniones de la comunidad de Regantes de la Acequia y en la que la Junta de Gobierno de la Acequia Real del Júcar continua empleando este singular edifico para que los Diputados representantes de todas las poblaciones que actualmente toman agua de este canal para el riego de sus campos, celebren allí sus reuniones, así como las de la Junta de Gobierno. También se utiliza para ubicar en la misma algunos eventos destacables relacionados con la Acequia Real del Júcar, el agua o el riego u otros de cierta relevancia del pueblo de Antella. 


Muchas han sido las personalidades e Instituciones que han venido a Antella para visitar la Acequia y su sistema de riego, pasando a mencionar a modo de ejemplo en 1960 la de los miembros del IV Congreso Internacional de Riegos y Drenajes que representaban a Tailandia, Camboya, Japón, India, Filipinas, Marruecos, Egipto, Líbano, Israel, Estados Unidos, Francia, Italia, Inglaterra, Checoslovaquia y varias Repúblicas hispanoamericanas. 



En el aniversario del VII Centenario de la Acequia vino a Antella doña María del Rosario Cayetana Flitz Jaemes Stuart y Silva duquesa de Hijar y de Alba, descendiente del duque de Hijar, señor de Sollana, que prolongó el canal hasta las tierras de su señorío y la Albufera. En su visita, realizada el día 26 de mayo de 1962, la duquesa de Hijar y de Alba inauguró un casilicio a San Juan Bautista, tomado del modelo de los existentes en el puente del Real de la ciudad de Valencia. Este monumento obra del escultor José Justo, fue arrasado por la fuerte avenida de la pantanada de 1982 que lo arrancó de su emplazamiento y destrozó por completo haciéndolo desaparecer.
El 26 de febrero del año 1970 los reyes don Juan Carlos y Doña Sofía, cuando aún eran príncipes de España visitaron el azud de Antella y la Acequia Real del Júcar. 



Esta zona, se ha transformado en un paraje idílico con una zona de gran atractivo para disfrutar del agua, el descanso y el ocio, que unido a otros lugares naturales y a algunos edificios de consideración turística han sido la causa de que la Generalitat Valenciana haya declarado a Antella “Pueblo de interés turístico”. (Foto bendición aguas), y el Ayuntamiento de Antella, basándose en estos elementos que forman un conjunto ha establecido los premios "Antella, Aigua, Cultura i Oci", con los que anualmente premia a las personas o Entidades de Antella que han destacado en el campo de los deportes, en el cultural o en otros que hayan dado relevancia a la población.
Antella ha querido sumarse a los actos que se están celebrando en conmemoración del 800 Aniversario del nacimiento del monarca y del 750 Aniversario de la Acequia Real del Júcar. Para ello preparó un programa que incluía un acto cultural y además se mostrará la Exposición Itinerante del rey Jaume I que está recorriendo diversas ciudades importantes de la Comunidad Valenciana, siendo Antella la población donde como colofón, se cerrará el ciclo del recorrido de la muestra del Rey Conquistador Jaume I.
Este acto de homenaje al monarca Conqueridor Jaume I, se celebrará los días 8 al 21 del próximo mes de diciembre y en el mismo se incluirá una exposición sobre la Acequia Real del Júcar.
Posiblemente una de las ciudades que menos haya celebrado este acontecimiento haya sido Montpelier, el lugar de su nacimiento que organizó varios actos que comenzaron el 2 de febrero, día en que nació “le roi Jacques” como es conocido en Montpelier, pero fue en la semana del 20 al 26 de octubre cuando se desarrollaron los actos más importantes que culminaron con una misa dicha en catalán y occitanio celebrada en la catedral de la ciudad con la asistencia de unas 500 personas. También se organizó un desfile por las calles de Montpelier con cánticos y danzas de la época de Jaume I, en el que se desplegaron diversas enseñas y banderas entre ellas una enorme, regalo de la Generalitat Valenciana que quiso estar representada en la celebración.








Bibliografía:       
         Jaubert de Passa. “Canales de Riego de Cataluña y Reino de Valencia, leyes y costumbres que los rigen; ordenanzas de sus principales acequias”. Valencia. Benito Monfort. 1844  2 v. 22 cm.
         “La acequia Real del Júcar y sus molinos. La Ribera. País valenciano” por Enrique Guinot, Sergi Selma. Universitat de Valencia. III Jornadas de Molinología.
“Realismo y utopía en los proyectos hidráulicos de la ilustración y del romanticismo” de Manuel Dias-Marta Pinilla,
Tomás Peris Albentosa. “La problemática génesis del segundo tramo de la Acequia Real del Xúquer. (Orígenes de la “acequia del proyecto” del duque de Hijar, 1728-1778).
Vicente Branchat. “Tratado de los derechos y regalías que corresponden al Real Patrimonio en el Reyno de Valencia y de la jurisdicción del Intendente como subrogado en lugar del antiguo Bayle General”. Valencia, 1784.
Y Gual Camarena. “Estudio histórico-geográfico sobre la Acequia Real del Júcar”. Valencia, 1979.

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