Marina
Estarlich Martorell
Ramón Estarlich Candel
Cronistas
de Antella
EL REY JAUME I Y ANTELLA
La
vida e historia del rey Jaume I estuvo desde antes de su infancia rodeada por
una aureola de sucesos y hechos históricos extraordinarios, que han llegado a
nosotros por medio de los romances y de los textos del libro que el mismo rey dictaba
y mandaba escribir a sus cronistas y que han llegado hasta nosotros en el “Llibre dels Fets o Cronica de Jaume I”
que es la primera crónica de las cuatro que componen “El llibre del Fets”, es
decir de los hechos diarios que acontecieron al rey, especialmente durante sus conquistas y cuyo original se
conserva en el Palacio Real de Madrid.
De
estos sucesos, extraordinarios, cabe destacar
en primer lugar el ardid preparado para que fuera engendrado, tal como se relata
en la “Cronica de Jaume I”, ya que su padre el rey Pedro II de Aragón repudiaba
a su madre María de Montpellier y como los nobles de Aragón y los nobles de
Montpellier deseaban un heredero,: tramaron una encerrona y propusieron al rey
llevar a su lecho a una moza por la que el rey estaba encaprichado y preparado
el acto con la alcoba a oscuras llevaron a la cama a su esposa doña María, y en
ese acto la señora quedó preñada. Continua la Crónica y el romance diciendo que
la noche de autos, fueron, allá nobles, notarios, abades, damas y doncellas y
se estuvieron todos arrodillados en oración con los cirios encendidos en la
antecámara regia mientras dentro permanecían en el lecho Pedro II y doña María.
Otro hecho destacable fue la elección del nombre que se pondría al
heredero, para lo que la madre mandó encender doce velas de cera de abeja en
las que se escribieron los nombres de los apóstoles, y el nombre de la última
que se apagara seria el que se pondría al niño.
También de recién nacido salvó milagrosamente la vida ante varios
intentos de asesinato que sufrió, uno de ellos al lanzar una piedra grande por
una ventana sobre la cuna del infante.
Una
vez, fue declarado mayor de edad en las cortes
generales de aragoneses y catalanes celebradas por primera vez en Lérida en el
año 1218, y tras acabar con las luchas internas contra los nobles en sus
territorios se lanzó en una lucha sin tregua a la conquista de nuevas tierras y
mercados contra los musulmanes y a favor de la cristiandad. Fue un gran
guerrero y un gran legislador, creando el Reino de Valencia y dándole sus
Fueros.
El rey Jaime I en virtud de su derecho de conquista
llevó al patrimonio de la corona ciudades, villas, lugares castillos, bosques y
tierras, menos lo que enajenó a los caballeros que le apoyaban y seguían en las
guerras que eran una de las condiciones de la cruzada votada por las Cortes de
Monzón.
La
esperanza de botín hizo emprender la invasión del reyno de Valencia, y fue en
estas tierras donde los cruzados descubrieron una nueva especie de riquezas por
lo que se animaron al cultivo de la tierra, pero tanto los caballeros como las
comunidades de habitantes y todos los labradores pagaban a la corona una
pensión de diez sueldos valencianos por cada jovada de tierra.
En la medida que iba
conquistando territorios repartía las tierras y casas en donación entre los
caballeros y nobles que le acompañaban. Estos repartos no eran en sí una simple
donación, pudiendo mas bien tener la consideración de un botín de guerra con el
que se pagaba a los nobles y caballeros por su servicio pues estos luchaban a
cambio de los beneficios de la guerra.
Las
tierras de la Ribera del Xúquer eran fértiles, y por tanto muy codiciadas por
los conquistadores, tanto las de secano como las de regadío. Cuando el monarca
tomó la ciudad de Alzira a los moros el 31 de diciembre de 1239 ya se regaban
aquellas tierras de la orilla izquierda del Júcar con aguas derivadas del río,
y debió de existir una acequia islámica que el rey Jaume I mandó prolongar
hasta Valencia, pues el monarca en sus escritos revela la existencia de una
acequia musulmana a la que denomina cequie
antique diferenciándola de la acequia nueva cequie nove Algezire y de la acequia mayor dictam cequiam maiorem.
Sobre la base del regadío
heredado de la etapa islámica muy reducido y fragmentado, el Rey Jaime I llevó
a cabo una firme política de expansión del regadío en la Ribera Alta del Júcar.
En un acta del rey D. Jaime I el mismo declara haber adquirido de los moros
algunas de sus leyes rurales, el modo de construir canales, diques y el de
establecer y dirigir las tomas de agua.
El origen y principio de la
acequia islámica que nombra el monarca bien podía ser en Antella, si tenemos en
cuenta que la altura de esta villa sobre el nivel del mar es de 40 metros, lo
que permite la conducción de agua hasta el mar, pues desde este punto, el agua
podía llegar en suave pendiente hasta éste y
hasta otros lugares.
El rey D. Jayme con el deseo
de aumentar las rentas del fisco quiso tomar aguas del río Júcar y construir un
canal o acequia no menos considerable que el de Moncada, y como una serie de
acontecimientos poco conocidos paralizaron los riegos, los habitantes de Alzira
recurrieron al soberano, quien les prometio reparar el canal, obra que se
emprendió al momento, por lo que se atribuye al rey D. Jaime la creación del
canal de Alzira.
En el año 1792 D. Jaime
Camaño, oidor de la real audiencia y juez visitador del canal real, fue elevado
al rango de consejero de órdenes; la audiencia propuso en su lugar al marqués de
la Torre de Carrús, uno de sus miembros, pero el intendente del reino presentó
en contra de este nombramiento una real orden comunicada a su predecesor por el
marqués de Esquilache, ministro de Hacienda, en 24 de julio de 1764. La orden
decía: “Que las funciones de juez del canal real de Alzira pertenecen de
derecho al intendente del reino, como subdelegado del baile general del mismo,
atendido que la jurisdicción del dicho canal emana del patrimonio de la corona,
por haber sido construido a espensas del erario, por el rey D. Jaime el
Conquistador ...”
Los
habitantes de Alzira quisieron mejorar los riegos y el rey Jaime inició las
obras de recuperación, limpieza y mejora de algunos tramos, con la ayuda de
todos los vecinos, a los que reconoció según una bula de 1244 el derecho a
riego en todo su término.
En un segundo privilegio
dado en Alzira el 12 de julio del año 1273, el rey admite haber dado y
concedido a los habitantes de dicha ciudad y a su Universidad el derecho a
riego en todo su término mediante el pago de dos sueldos que debería recibir
por cada jobada de tierra anegada. Por otra parte Jaubert de Passá dice que El
rey D. Jayme concedió a los habitantes de Alzira la facultad de regar sus
tierras con aguas del gran canal, pagando al efecto 1 real 26 maravedies por
cada yugada de tierra de labor o de viñedo, reservándose en el mismo el
privilegio .de nombramiento de juez acequiero y otras atribuciones.
Mientras que tanto los
caballeros como las comunidades de habitantes y todos los labradores que
regaban de otras acequias, pagaban diez sueldos valencianos por cada jovada de
tierra El pago de este tributo, según el profesor Vidal Muñoz Garrido, como en
aquellos tiempos eran pocos los que tenían dinero, se pagaban con gallinas,
capones o cabritos.
El rey concedió el derecho a
riego con aguas de la acequia a los habitantes de Alzira con la obligación de
conservarla, limpiarla por lo menos una vez al año y mantener en buen uso y
expeditos los puentes, presas, derramadores, brazales y demás correspondientes
al riego, además del pago del canon establecido.
No
podemos precisar si el rey Jaume I llegó hasta Antella, ya que ésta población
pertenecía a la jurisdicción de Alzira, para inspeccionar personalmente el lugar
desde donde tomaría agua el canal o si envió comisionados para este quehacer,
pero si hay constancia de que en el año 1258 el monarca ya tiene en marcha este
proyecto.
Pero el monarca debió
encontrarse ya en Antella con una estructura de azud obra de los musulmanes que
Io amplió y mejoró, lo que permitiría dar inicio a la que el rey describe en su
Crónica como cequie antique o la
acequia nueva cequie nove Algezire
El proyecto inicial ya
pretendía llevar aguas desde Antella a Almusafes, enlazando con la huerta de
Valencia, pero en el siglo XIII solo llegó a realizarse este primer tramo hasta
el término de Algemesi. Esta Primera Sección, la mayor parte de este tramo
medieval, se construyó bajo la iniciativa de Jaime I a los pocos años de la
ocupación cristiana de la zona, fundamentalmente entre 1258 y 1269.
Por ello la Acequia Real del
Júcar, junto a la conmemoración del 800
aniversario del nacimiento del rey, está celebrando este año 2008 su 750
Aniversario, y esta Entidad en su escudo heráldico, cortado y medio partido,
rinde honor al monarca pues el primer cuartel es “De Aur, cuatro palos de
gules. Armas del Rey Conquistador, fundador de la acequia.
El Rey don Martín el Humano
el 16 de enero de 1404 expidió en la ciudad de Valencia un Real Privilegio por
el que concedió a los señores de Gilet, Sollana, Trullas, Alcaycia, Turris de
Romaní, Almuzáfes, Benifayó, Spioca, Silla Picasent, Alcacer, Baniparrell,
Albal e Catarroja, para que pudiesen tomar agua del río Júcar, por el azud de
la Acequia Real de Alzira en Antella, toda el agua que necesitasen, ensanchando
y profundizando a este fin la referida acequia en los parajes que les
pareciera, con tal que fuese sin perjuicio de los antiguos regantes
Fernando el Católico
reconoció de nuevo los derechos de Alzira en 1479, 1485 y 1504.
En 1775 el duque de Hijar y
barón de Sollana amparándose en el real privilegio del Rey Martín el Humano,
presentó un nuevo proyecto de Juan Escofet que permitía prolongar la acequia y
regar sus tierras, llegando hasta Albal, ampliación que pudo realizar, a pesar
de las protestas y pleitos de los antiguos propietarios y gracias al apoyo del
monarca Carlos III.
Para tratar de anular tantas
protestas y pleitos, el Consejo de Castilla otorgó la asunción de plenas
facultades al Juez comisionado Juan de Casamayor y Josa. Durante dicha comisión
quedaban suspendidos el Juez Visitador y el Juez Cequiero en el uso y ejercicio
de sus empleos, por lo respectivo al conocimiento de causas civiles y criminales,
y demás actos judiciales tocantes a la Real Acequia, sus aguas y distribución
de ellas y sus incidencias, remitiendo al mismo Casamayor todas las que
tuviesen pendientes en sus respectivos juzgados, para que las sustanciase y
determinase según derecho y como conviniese a la utilidad de la Acequia, con
arreglo a dicha Comisión, y las apelaciones al nuestro Consejo, por quedar en
él refundida toda la jurisdicción civil y criminal de los asuntos de la citada
Real Acequia, sus obras, repartimientos de aguas y gastos.
Casamayor para privar a los
ayuntamientos de todos los medios de oposición mandó que todos los papeles
concernientes a la acequia fuesen depositados en el archivo del juez, y en el
año 1771 el antiguo tribunal de la acequia entregó sus archivos al Real
Patrimonio con todos sus preciosos privilegios, libros registros, planos y
planchas de cobre que se conservaban en
el armario de las tres llaves.
La construcción de la
Segunda Sección, (Acequia del Proyecto) prolongando la Acequia Real desde Algemesí
a Albal fue una de las obras hidráulicas más importantes de la España del siglo
XVII y se ejecutó entre los años 1760 al1815.
Una lápida de mármol negro
colocada sobre el lienzo de la Casa de las Compuertas,
de la que nace el canal, y que fue arrasada por las aguas de la
pantanada de 1982, daba prueba testimonial del reconocimiento al monarca por
ser el promotor de la obra de la acequia con la inscripción:
ACEQUIA REAL DEL JUCAR
DEBO MI PRINCIPIO AL REY DON JAIME
AL JUSTO DON MARTIN SU PRIVILEGIO
Y LA GLORIA DE VERME CONCLUIDA
AL MONARCA MAYOR CARLOS III
Antella debe gran parte de su historia y de su
actualidad histórica al rey Conquistador, no
solo por ser el iniciador de la obra de la acequia, sino, de lo que todo ello ha conllevado, como fue la construcción
del azud que servia como muro de contención del
río y desvío de las aguas hasta la Casa de las Compuertas que parían a la
Acequia.
Gracias a esta obra y merced al
mecenazgo de beneficiarios de su agua y a la Comunidad de Regantes, esta villa
ha podido presumir de tener además de la Casa de las Compuertas otros edificios
emblemáticos como la desaparecida Casa de la Comunidad que estaba en la parte
izquierda del azud junto a la Casa de las Compuertas, y la Casa del Rey,
mandada construir por el duque de Hijar, para que sirviera de alojamiento y
centro de reuniones de la comunidad de Regantes de la Acequia y en la que la
Junta de Gobierno de la Acequia Real del Júcar continua empleando este singular
edifico para que los Diputados representantes de todas las poblaciones que
actualmente toman agua de este canal para el riego de sus campos, celebren allí
sus reuniones, así como las de la Junta de Gobierno. También se utiliza para
ubicar en la misma algunos eventos destacables relacionados con la Acequia Real
del Júcar, el agua o el riego u otros de cierta relevancia del pueblo de
Antella.
Muchas han sido las personalidades e Instituciones
que han venido a Antella para visitar la Acequia y su sistema de riego, pasando
a mencionar a modo de ejemplo en 1960 la de los miembros del IV Congreso
Internacional de Riegos y Drenajes que representaban a Tailandia, Camboya,
Japón, India, Filipinas, Marruecos, Egipto, Líbano, Israel, Estados Unidos,
Francia, Italia, Inglaterra, Checoslovaquia y varias Repúblicas
hispanoamericanas.
En el aniversario del VII Centenario de la Acequia
vino a Antella doña María del Rosario Cayetana Flitz Jaemes Stuart y Silva
duquesa de Hijar y de Alba, descendiente del duque de Hijar, señor de Sollana,
que prolongó el canal hasta las tierras de su señorío y la Albufera. En su
visita, realizada el día 26 de mayo de 1962, la duquesa de Hijar y de Alba
inauguró un casilicio a San Juan Bautista, tomado del modelo de los existentes
en el puente del Real de la ciudad de Valencia. Este monumento obra del
escultor José Justo, fue arrasado por la fuerte avenida de la pantanada de 1982
que lo arrancó de su emplazamiento y destrozó por completo haciéndolo
desaparecer.
El 26 de febrero del año 1970 los reyes don Juan
Carlos y Doña Sofía, cuando aún eran príncipes de España visitaron el azud de
Antella y la Acequia Real del Júcar.
Esta zona, se ha transformado en un paraje idílico
con una zona de gran atractivo para disfrutar del agua, el descanso y el ocio,
que unido a otros lugares naturales y a algunos edificios de consideración
turística han sido la causa de que la Generalitat Valenciana haya declarado a
Antella “Pueblo de interés turístico”. (Foto bendición aguas), y el
Ayuntamiento de Antella, basándose en estos elementos que forman un conjunto ha
establecido los premios "Antella, Aigua, Cultura i Oci", con los que
anualmente premia a las personas o Entidades de Antella que han destacado en el
campo de los deportes, en el cultural o en otros que hayan dado relevancia a la
población.
Antella ha querido sumarse a
los actos que se están celebrando en conmemoración del 800 Aniversario del nacimiento
del monarca y del 750 Aniversario de la Acequia Real del Júcar. Para ello
preparó un programa que incluía un acto cultural y además se mostrará la
Exposición Itinerante del rey Jaume I que está recorriendo diversas ciudades
importantes de la Comunidad Valenciana, siendo Antella la población donde como
colofón, se cerrará el ciclo del recorrido de la muestra del Rey Conquistador
Jaume I.
Este acto de homenaje al
monarca Conqueridor Jaume I, se celebrará los días 8 al 21 del próximo mes de
diciembre y en el mismo se incluirá una exposición sobre la Acequia Real del
Júcar.
Posiblemente una de las
ciudades que menos haya celebrado este acontecimiento haya sido Montpelier, el
lugar de su nacimiento que organizó varios actos que comenzaron el 2 de febrero,
día en que nació “le roi Jacques” como es conocido en Montpelier, pero fue en
la semana del 20 al 26 de octubre cuando se desarrollaron los actos más
importantes que culminaron con una misa dicha en catalán y occitanio celebrada
en la catedral de la ciudad con la asistencia de unas 500 personas. También se
organizó un desfile por las calles de Montpelier con cánticos y danzas de la
época de Jaume I, en el que se desplegaron diversas enseñas y banderas entre
ellas una enorme, regalo de la Generalitat Valenciana que quiso estar
representada en la celebración.
Bibliografía:
Jaubert
de Passa. “Canales de Riego de Cataluña y Reino de Valencia, leyes y costumbres
que los rigen; ordenanzas de sus principales acequias”. Valencia. Benito
Monfort. 1844 2 v. 22 cm.
“La
acequia Real del Júcar y sus molinos. La Ribera. País valenciano” por Enrique
Guinot, Sergi Selma. Universitat de Valencia. III Jornadas de Molinología.
“Realismo y utopía en los
proyectos hidráulicos de la ilustración y del romanticismo” de Manuel
Dias-Marta Pinilla,
Tomás Peris Albentosa. “La
problemática génesis del segundo tramo de la Acequia Real del Xúquer. (Orígenes
de la “acequia del proyecto” del duque de Hijar, 1728-1778).
Vicente Branchat. “Tratado
de los derechos y regalías que corresponden al Real Patrimonio en el Reyno de
Valencia y de la jurisdicción del Intendente como subrogado en lugar del
antiguo Bayle General”. Valencia, 1784.
Y Gual Camarena. “Estudio
histórico-geográfico sobre la Acequia Real del Júcar”. Valencia, 1979.
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