Marina
Estarlich Martorell
Ramón Estarlich Candel
Cronistas
de Antella
FINEZAS: UNA
VISITA A LA COLECTIVIZACIÓN ANDALUZA
La comunicación
que aportamos a este Congreso está basada en gran parte en el trabajo que
realizó en Andalucía en tiempos de la Guerra Civil un fotógrafo valenciano que
se llamaba Joaquín Sanchis Serrano apodado Finezas,
con raíces en Antella provincia de Valencia, el pueblo del que somos Cronistas,
al que se desplazaba habitualmente pues su madre era oriunda de esta villa y
allí vivían sus abuelos maternos a los que solía visitar lo mismo que sus hijos
José Manuel y Lolita que está enterrada en el cementerio de Antella,
En la España
Republicana desde los primeros meses del comienzo de la guerra civil y durante
un largo periodo de años y como consecuencia de las revueltas que trajo consigo
estos hechos, se produjo una situación anómala en la que ni el poder político por
una parte ni la justicia por otra, funcionaban con normalidad lo que fue
consecuencia de que proliferase un movimiento de reivindicación, conocido como el poder obrero que permitió el que
fueran creándose las unidades de producción.
Esto permitió
que el poder económico pasase íntegramente a los trabajadores, se tratase de
las explotaciones agrícolas, de las fábricas e industriales, que en muchos
casos habían sido abandonados por sus dueños bien porque se trasladaron a otros
lugares o por temor a posibles represalias. Esta fuerte presión ejercida por
los trabajadores obreros y campesinos propició que los trabajadores se adueñaran
de las propiedades abandonadas y tuvieran el control de las empresas y las
tierras.
El gobierno
republicano de Largo Caballero, expidió varios decretos, con lo que pretendió
encauzar y dar cobertura legal a la ocupación de tierras por parte de
ciudadanos generalmente jornaleros del campo, para tratar de legalizar las
ocupaciones y las explotaciones de fincas por parte de personas ajenas al
título de la propiedad, con el fin de que pudieran trabajarse bajo la dirección
y uso de una familia o bien haciéndolo en sistema de colectividad, ya que el
gobierno republicano entiende que la propiedad de la tierra corresponde al
Estado, sin embargo, no promulgó ningún decreto para legalizar la ocupación de
empresas, fábricas y servicios, limitándose a expropiar todas las que se consideraron
convenientes y sirvieran para los fines previstos en su programa de gobierno.
Con respecto
al proceso de la reforma agraria iniciada durante la II republica, Ricardo
Zabalza y Pedro García, secretario nacional de la Federación Española de
Trabajadores de la Tierra FETT y secretario provincial de Valencia, respectivamente,
eran partidarios de la colectivización
del campo y del trabajo colectivo pero pensaban y en este punto coincidían
plenamente, que este sistema de trabajo debía de hacerse con carácter
voluntario, por lo que Pedro García que además era diputado a Cortes Españolas
por Valencia propuso a Zabalza que para dar testimonio de este proceso de
reforma agraria y para poder exponerlo a los campesinos valencianos para
convencerlos de que se acogiesen a este sistema de trabajo, ambos decidieron en
plena guerra civil recorrer el territorio español, y especialmente Murcia y Andalucía,
ya que la
Federación más potente de la FNTT era la andaluza y en la
provincia de Jaén existía un movimiento campesino partidario de trabajar la
tierra de forma colectiva. Pensaron en preparar un reportaje fotográfico
en el que no apareciesen imágenes de la guerra y estuviera compuesto exclusivamente
de paisajes humanos, donde se mostraran a las personas realizando su trabajo
cotidiano en el campo y en otros menesteres, pero para ello necesitaban contar
con un fotógrafo que fuese capaz de plasmar en los fotogramas el espíritu de la
colectivización, a través de la mirada de una imagen y para este trabajo
buscaron a Joaquín Sanchis Serrano, Finezas, que se había dedicado, entre otras
facetas, a la fotografía humana.
Ampliando un
poco la biografía de los dos personajes promotores de este trabajo señalamos
que el diputado a Cortes y veterano dirigente agrario Pedro García, que era un
maestro de Alzira, era partidario de la ocupación temporal de fincas para trabajarlas en colectividad, al tiempo
que declaraba, aunque esto no coincidía con la realidad social, que la
tendencia general de las entidades colectivas se dirige a la colectivización de
las tierras incautadas. Una de las primeras fotografías que Finezas realizó
dentro de este reportaje le fotografió fue la fotografía de Pedro García junto
al automóvil marca Opel que utilizaron para hacer todo el recorrido por el
territorio republicano que tenían que visitar en Murcia y en Andalucía, y en
este viaje le acompañaban la hija de Pedro García y algunos colaboradores entre
ellos José Martínez y Ricardo Zabalza que desde 1934 fue el Secretario General
de la Federación Española de Trabajadores de la Tierra (UGT), y además el
presidente del Comité Nacional Campesino de Enlace UGT-CNT. Durante la Guerra
Civil fue nombrado gobernador civil de Valencia por el gobierno de Largo
Caballero. Posteriormente en Valencia impulsó la organización de cooperativas
agrícolas, dando origen a la Unión Central de Cooperativas Agrícolas y fue el
fundador de la revista Cooperativismo.
Pero volviendo
a nuestro personaje, decir que Finezas se convirtió pocos años antes de la Guerra Civil en el fotógrafo de la
revista Fragua Social, diario de la
CNT, aparte de que estaba afiliado a la Federación Regional de campesinos de
Levante de la CNT que luego pasó a llamarse UGT y colaboraba igualmente con otra revista gráfica llamada Umbral.
Estos antecedentes y su dedicación a la
fotografía fueron los avales para que se
le encomendase la tarea de recorrer Andalucía para recoger diversos aspectos
del movimiento colectivizador que aquel organismo sindical y obrero había
implantado en la provincia de Jaén y en otras partes y después poder implantar
esta forma de trabajo al campo valenciano.
Para tomar
las fotografías solo contaba con su pequeña cámara Contax de
paso universal, un modelo que utilizaban los aficionados y amantes de la
fotografía, no obstante, fue capaz
de mostrar su profesionalidad recogiendo el paisaje humano de aquellas tierras,
con un impresionante dramatismo y realidad, como se comprueba en el conjunto de
sus fotografías de las que conservó los negativos, tanto los de este trabajo
como los que realizó en otras zonas de guerra guardándolos en una caja
de postales que escondió en el porche de su casa en Valencia.
De todas aquellas fotografías que tomó Finezas en
Andalucía, hemos elegido algunas que pensamos que están más en consonancia con
el reportaje que hizo y en las que mejor se aprecian los rasgos y detalles de
los personajes fotografiados y del ambiente que les rodeaba, en la publicación
aparecen tres fotografías, una del momento en que nuestro personaje estaba
haciendo el reportaje fotográfico en Andalucía, otra la de un grupo de mujeres
trabajando en una carretera y una tercera en la que aparece hombres esquilando
ovejas contando con la ayuda de niños. Llama la atención que en muchas de las fotografías de su reportaje gráfico aparecen mujeres o
grupo de ellas realizando tareas agrícolas o incluso trabajos propios de
hombres lo que nos indica la escasez de mano de obra masculina para hacer estas
labores que obliga a contratar o buscar mujeres para tareas específicas del
sexo contrario y también la ayuda de niños para trabajos de ganadería en el
corral como el de esquilar ovejas o bien en el campo agrícola o como pastores
de rebaños de ovejas.
Hablando un poco sobre
el personaje hay que destacar que en su juventud Finezas quería ser torero y lo
intentó pero sin resultado, luego fue mozo de estoques de varios toreros y del
famoso matador de toros valenciano Manuel Granero. Por aquel entonces, dado el
porte y finura de sus distinguidos modales y su elegancia ya que en aquellos tiempos Joaquín era un
tipo elegante y bien vestido, casi
siempre de oscuro o negro, ello debido a que en el mundo taurino, como
en otros círculos es frecuente que las personas reciban motes o alias que hacen
referencia a algunas cualidades o defectos de la persona bautizada con ellos,
terminando en la mayoría de los casos siendo nombrados y conocidos por eso
motes, en lugar de su nombre o apellido. Y así ocurrió con Joaquín por ello
todos los que le conocían comenzaron a llamarle mediante el apodo de Finezas.
En
la década de 1920 y después de la muerte de Granero, Finezas fue un hombre
polifacético dentro de todo el mundo de la tauromaquia, pues fue empresario de
las plazas de toros de Alcoy, Ondara y Benaguacil, e incluso alternó estas
facetas con la de apoderado, formando y proyectando en el mundo del toro a la
pareja de novilleros Manolo Cortés y Pepe Catalán.
En 1927 y tras algún
escarceo en la fotografía con una cámara Enerman 9 x12, realizó sus primeros
reportajes a las órdenes del crítico Carlos Revanga Charito. De esta manera se sumó otro fotógrafo de excepción a la
larga nómina de fotógrafos valencianos. A este etapa corresponde su actividad
de corresponsal o colaborador en revistas taurinas como La Lidia (Madrid), Seda y Oro
(Sevilla), El Califa (Córdoba), Teatros y Toros (Barcelona), El Eco Taurino, La Fiesta y Multitudes (Méjico).
En
los años de la década de 1930 trabajó con una máquina de fotografiar Leica con
la que junto a una Nettel importada, realizó numerosísimas fotografías de la
República y de la Guerra Civil, dejándonos una valiosa documentación visual de
estos acontecimientos.
Consagrado
como fotógrafo de prensa durante la Segunda República, Joaquín Sanchis, durante
los años de la guerra civil realizó reportajes gráficos para la prensa
confederal valenciana, una vez finalizada la contienda volvió a dedicarse a la
fotográfica de prensa especializada en reportajes taurinos y deportivos.
Entre
los años 1936 y 1939, por encargo de la CNT y del Comité Regional de Levante de
la CNT, continuó como fotógrafo en Fragua
Social y Nosotros, la revista gráfica Umbral,
de la que se conserva una colección completa en la Hemeroteca Municipal de
Valencia, y otras publicaciones periódicas, si bien muchas de sus fotografías
fueron editadas en murales, carteles y medios de publicidad de la prensa
anarquista. Su trabajo no se centró solo en la ciudad de Valencia pues fue
varias veces al frente de Teruel (Torrebaja, Libros, Chelva…) visitando el frente de guerra y la
retaguardia en diversas ocasiones, fotografiando a soldados heridos,
combatientes, etc., y a la retaguardia andaluza y murciana En este
periodo Finezas hizo miles de fotografías con su máquina Leica, aunque en el
reportaje en la zona de Andalucía y Murcia lo realizó con una cámara Contax de
paso universal, un modelo para amateurs, cuyos negativos guardo escondidos en
el porche de su casa metiéndolos en una caja de postales, mientras que los
negativos en placa de cristal los destruyó al final de la contienda
arrojándolos a una acequia que pasaba cerca de su domicilio.
Restablecida a mediados de 1939 la paz en España,
se dedicó de nuevo a la fotografía en la prensa local, especializándose sobre
todo en deportes como el fútbol y a su gran pasión, los toros, al tiempo que
colaboraba con revistas nacionales como Triunfo
o Siete Fechas o periódicos como ABC o Dígame, siendo también corresponsal gráfico de algunas
publicaciones taurinas mexicanas. En Valencia trabajó para el diario Jornada y el semanario Deportes
Desarrolló
su trabajo en tres campos muy diferentes entre sí como fueron; el de reportero
bélico en el periodo de la guerra civil española, en el mundo de los toros y en
el de los deportes centrándose en el futbol. Partió de la realización de
reportajes gráficos taurinos y como las
corridas de toros eran actividad de temporada y por ese motivo cuando finalizaba esta, tuvo que ampliar su campo profesional hacia otros
ámbitos de la sociedad trabajando para la prensa local, especialmente en
crónicas deportivas sobre temas futbolísticos, convirtiéndose también desde entonces en reportero gráfico de
prensa.
Uno de sus reportajes fotográficos más espectacular y polémico tuvo
lugar en el año 1949, pues
tuvo la audacia y el valor de
esconderse entre unos cajones realizando un espectacular reportaje
gráfico, consiguiendo fotografir con
detalle todo el proceso del “afeitado” de
los toros (operación que consistía en cortar y limar las astas para hacerles
menos peligrosos, práctica rigurosamente prohibida por las leyes pero exigida
por los matadores de élite). El reportaje denuncia que fue publicado
primeramente en el diario Jornada de Valencia y luego en los periódicos ABC,
Triunfo y Siete Fechas tuvo una extraordinaria repercusión tanto en la prensa
nacional (400.000 ejemplares vendidos) como internacional, llegándose a
publicar en semanarios de la importancia de Time-Life
y Paris Match, dando así sus fotografías la vuelta al mundo y suponiendo
para Joaquín una notable consideración profesional en los medios periodísticos
y fotográficos, aunque también le supuso alguna que otra amenaza de muerte por
el escándalo causado con su reportaje en el mundo taurino. Afortunadamente se
quedaron en eso, en simples amenazas sin mayores repercusiones.
Sus descendientes también se dedicaron a trabajar
en el mundo del reportaje fotográfico y por ello Joaquín, Finezas I, fue el
iniciador de esta saga pues su hijo Manuel Sanchis Blasco,
popularmente conocido como FINEZAS II se inició como fotógrafo en la década de
los años 1930 primero ayudando a su padre luego haciendo fotografías en
partidos de futbol con una cámara también muy simple la Súper Nesel de la casa
Teisikon y con ocasión de de celebrarse los mundiales de futbol de España, la
FIFA le nombró fotógrafo oficial en la sede de Valencia. Fue colaborador del
periódico Jornada y el reportero gráfico del partido de futbol celebrado en
Paris entre las selecciones nacionales de España y Francia.
José
Manuel Sanchis Calvet, hijo de Manuel y nieto de Joaquín, se le conoce como
FINEZAS III y actualmente es el último fotógrafo
de la saga que trabaja en esta profesión, en la que se inició el año 1961
ayudando a su padre Manuel Sanchis, FINEZAS II. Estudió fotografía en Paris
donde realizó diferentes reportajes de la construcción del metro, pero se fue
apartando del periodismo gráfico dedicándose a los reportajes industriales,
especializándose en el campo de la geología.
Y con los datos recogidos de diferentes bibliografías y gracias a la
importante aportación de información familiar que nos ha facilitado su nieto José Manuel Sanchis Calvet, Finezas
III hemos podido preparar esta comunicación
que aportamos e este XLIV Congreso de la
RAECO.
BIBLIOGRAFÍA.
Manolete visto por
Finezas. Catálogo de la Exposición producida por el Museo Taurino y presentada
en el Ateneo Mercantil de Valencia del 23/2 al 5/3 de 2017.
Fotografía de guerra (Valencia 1937-1938). VVAA. Ed. Pentagraf, 2005.
Manuel Granero Una muerte marcada, por Manuel Serrano Romá. Editado por
la Diputación de Valencia. Impreso en Tipografía Artística Puertes S.L.,
Valencia en 1997. ISBN 84-7795-104-7
Propiedad, reparto y colectivismo. Edita Ajuntament d’Estivella.
Fotografías: Joaquín Sanchis Serrano (Finezas). Texto: Javier Paniagua y José
A. Piqueras. Imprime, Artes gráficas Beracrom, S.L. 1992.
Información familiar cedida por su nieto José Manuel, Finezas III.
Gran Enciclopedia de la Región Valenciana.
Historia de la
Fotografía Taurina, de Espasa.
Historia de la
Fotografía Valenciana (Levante, 1990).
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